Grandiosa, fantástica, paraíso de sueños, todo es posible en Dubai.
Aterrizar en su aeropuerto ya nos pone en alerta, porque seguramente, pocos aeropuertos tan lujosos habremos tenido ocasión de pisar, no se puede comparar con nada, todo es exquisito, todo está perfectamente planificado y su ampliación es continua.
Tenemos la sensación de estar en un mundo diferente y, efectivamente, nos lo confirma, el adentrarnos en la ciudad. Divisamos el edificio más alto del mundo, también, el famosísimo Burj Al Arab, edificado sobre el mar y el único hotel en el mundo de siete estrellas, la fuente más grande del mundo, el centro comercial más grande del mundo y así, sucesivamente. Nos parece estar fuera de la realidad.
Las condiciones sanitarias y de seguridad son muy buenas, como cabría imaginar. Respecto al clima, mejor evitar los meses de mayo a octubre por las elevadas temperaturas, aunque dentro de la ciudad, encontraremos largas calles con techo, sobre todo, las que dan cabida a los zocos. Incluso, si nos acercamos al Mall of the Emirates, podremos pasar unas horas esquiando o haciendo snowboard en el Ski Dubai a temperaturas bajo cero o acercarnos a su pista de patinaje sobre hielo, todo es posible.
El pasaporte, deberemos llevarlo con, al menos, seis meses de vigencia. Los turistas españoles, no necesitamos ningún visado, de forma gratuíta se nos estampará un sello en nuestro documento con una validez de estancia para treinta días. Recordamos que no debe figurar ningún visado de Israel.
Dubai es una ciudad abierta y más flexible en sus costumbres que sus vecinas musulmanas, sobre todo, para el turista.
Podemos planificar unas vacaciones absolutamente lujosas pero también, hay buenas ofertas y precios asequibles con calidad.