Empieza la buena temperatura con bonitos días y ya nos empieza a rondar por la cabeza nuestro viaje de vacaciones. Nos animamos a reservar o ya dejamos las fechas apuntadas en la agenda para ir planificando. En ese plan, pensamos en nuestro gato, ¿qué podemos hacer? ¿nos lo llevamos de vacaciones? ¿sería mejor dejarlo en casa? a unas horas pensamos una cosa y a otras, la contraria.
Si tenemos un gato, sabemos lo importante que es para la familia. Por tanto, es lógico hacernos estas preguntas. En efecto, los perros y los gatos son diferentes, y si llevar a su perro es obvio, el gato, en cambio, requiere más reflexión.
Como orgullosa propietaria de gato, sabemos que a estos animales no les gusta necesariamente salir de su zona de confort, ¡una simple visita al veterinario puede ser una auténtica odisea!
Entonces, ¿qué hacer? Coger el coche, el tren, el avión o incluso el barco puede parecer impensable y sin embargo…
Todo es cuestión de educación
Puede no parecer natural, pero es obvio, porque sacar a tu gatito con correa, en el coche o en el transportín puede aprenderse.
Puedes empezar a enseñar a tu gatito a dar pequeños paseos por tu casa con correa para que se acostumbre a los sonidos de los coches, de los extraños, de la correa o del transportín es una forma muy eficaz de acostumbrarlo, así como preparar todos los accesorios para gatos que serán necesarios cuando estemos fuera de casa.
Para facilitar el viaje en transportín, no dudes en dejarlo a su alcance desde muy pequeño para que pueda entrar y salir de ello a su antojo, y dejar su olor. También puedes introducir algunas golosinas para animarle a explorarla
¿Es buena idea llevar a tu gato en vacaciones?
Es una muy buena idea, sobre todo cuando se trata de unas vacaciones largas como las del verano.
Una vez más, en cuanto su gato se acostumbre a viajar y el lugar de las vacaciones sea adecuado para él, podrá llevárselo.
Sin embargo, es mejor mantenerse alerta, especialmente durante los primeros días.
Si vas a una casa de vacaciones con jardín, ¡ten cuidado! Su naturaleza es explorar nuevos territorios, así que probablemente saldrá a pasear. Te recomendamos que le acompañes en estas primeras salidas o que le lleves con correa, ya que el más mínimo ruido podría asustarle y hacerle huir.
En un entorno desconocido, un gato que se pierde puede tener dificultades para encontrar el camino de vuelta. Sí, no necesariamente habrá tenido el tiempo de marcar su entorno que le permita encontrar el camino de vuelta.
En el caso de que el lugar de vacaciones no se adapte a la presencia de un gato, lo ideal será encontrarle un sistema fiable de cuidados. Si la familia y los amigos no pueden acoger a su bola de pelo, los sistemas de cuidado, como el internado o la custodia de gatos, también son una buena opción.
Consejos para elegir el mejor centro de acogida para tu gato
Confía en ti mismo. Su primera impresión es importante y, por supuesto, debe ser positiva. Tienes derecho a sentirte incómodo. Continúe la visita, haga todas las preguntas que quiera y vea si sale sereno.
Los responsables de la pensión deben (y es una prueba de seriedad) exigir un certificado de salud redactado por su veterinario, el libro de vacunas al día así como un tratamiento antiparasitario. Además, sepa que su gato debe estar al día en sus vacunas.
Le pedirán información sobre las particularidades de su gato: lo que come, sus hábitos, su comportamiento. Debe sentir que tienen en cuenta la individualidad de cada uno de sus residentes. Las mascotas son miembros de la familia.
Es obligatorio rellenar una hoja de información legible con los datos de una persona de confianza a la que dirigirse en caso de problemas.
Recuerde que :
¡Visite la pensión! Esto le permitirá, una vez más, hacerse una idea del entorno en el que estará su gato durante su ausencia.
Compruebe que los cuencos de agua están limpios, el agua fresca y siempre disponible.
Ahora que te hemos dado muchos pequeños consejos e información, te toca decidir si te llevas a tu gato o lo confías a personas de confianza que sabrán querer y cuidar a tu pequeño felino con dignidad.