Cuando viajamos, somos muchos los que dormimos peor que estando en casa.
Ya sea por los nervios del viaje, por la emoción de hacer cosas nuevas, por el temor a dormirnos y perder el vuelo que sale temprano, o simplemente, por el cambio de cama, es habitual que cuando viajamos nuestro sueño sea menos placentero.
También suele suceder que cuando la temperatura es mucho más elevada, se concilia el sueño peor. Cuando viajamos a zonas calurosas, el calor y el sudor son dos enemigos del sueño.
A continuación, te contamos algunos trucos para ayudarte a dormir más y mejor cuando estés viajando.
Respetar los horarios de acostarse y levantarse
Si todos los días de nuestras vacaciones nos vamos a la cama a la misma hora y nos levantamos también en una franja horaria similar, será mucho más fácil dormir bien.
Levantarse de la cama si estamos más de media hora sin poder dormir
Si nos cuesta mucho dormir, es bueno dejar la cama durante un rato para no asociarla a nuestra situación de estrés. Es mejor irnos un rato al salón, a la cocina o a la terraza y volver a la cama cuando nos encontremos más cansados.
Intentar dormirse con una actividad relajante como leer
Realizar actividades relajantes como la lectura justo antes de dormir ayuda mucho a conciliar el sueño. Si no te gusta leer, también puedes ver algún documental o película con el volumen lo suficientemente bajo.
Usar un colchón cómodo
Un colchón cómodo es sin duda una de las mejores formas de dormir tranquilos y conseguir un descanso óptimo. Existen colchones demasiado duros o demasiado blandos que, asociados a nuestra postura de sueño preferida, pueden resultar muy incómodos e imposibilitar el sueño.
Reservar una habitación de hotel con un colchón cómodo, o preguntar antes por qué tipo de colchón utiliza la habitación que hemos reservado, puede ser un salvavidas que nos permita dormir fenomenal durante nuestra escapada vacacional. Puedes ver el sitio web de JlhMattress para saber más sobre los mejores colchones para un hotel.
Mantener la cama y nuestro cuerpo en la temperatura adecuada
A pesar de que es mucho mejor dormir en un sitio fresco, la temperatura del cuerpo suele descender cuando dormimos, por eso debemos dormir en un lugar fresco pero que no resulte demasiado frío como para despertemos tiritando en mitad de la noche.
Ajustar el aire acondicionado de nuestro hotel a una temperatura adecuada puede ayudar mucho.
Controlar la cantidad de luz de la habitación
A la mayoría de personas les cuesta mucho más dormir cuando hay ambientes con demasiada luz. A pesar de que de noche es muy fácil tener un ambiente oscuro, cuando amanece, las ventanas de nuestro hotel puede que dejen pasar demasiada claridad. Es bueno evitar la luz del amanecer antes de acostarnos, sobre todo si no tenemos pensado madrugar demasiado.
Controlar la cantidad de ruido de la habitación
El ruido que se puede escuchar de otros huéspedes, del tráfico o de cualquier otra fuente de ruido, puede ser un gran problema a la hora de dormir. Si no queremos utilizar unos tapones para los oídos, lo mejor es cerrar bien las ventanas y aislar en la medida de lo posible nuestra habitación de las fuentes de ruido externas.
Silenciar y ocultar los relojes y aparatos electrónicos
Los aparatos electrónicos, sobre todo los teléfonos móviles, son unos grandes enemigos de la tranquilidad y del descanso. Las continuas notificaciones, ya sean con luces o con sonido, nos pueden distraer de nuestra tarea fundamental a la hora de pasar la noche en nuestro hotel: dormir.
Por otro lado, los relojes que están todo el tiempo visibles desde la cama, pueden contribuir a que nos estresemos viendo como pasa el tiempo y no somos capaces de dormirnos. Por eso, si te cuesta dormir, dale la vuelta al reloj e intenta perder la noción del tiempo, te ayudará mucho.