La villa de Oña es otra de esas bonitas localidades con sabor medieval, enclavada en la parte nordeste de Burgos entre Las Merindades y La Bureba. Su belleza natural y su pasado histórico lo convierten en un punto turístico de interés. Se han desarrollado servicios para el turista, se cuida todo con esmero con lo que han conseguido hacerse un hueco para el visitante.
En Oña destaca el Monasterio de San Salvador, construído en el siglo XI y declarado Bien de Interés Cultural. Tuvo marcada huella en su historia, donde ha albergado durante siglos a una comunidad benedictina que en épocas pasadas eran considerados como señores de Oña. Puede contemplarse un magnífico claustro y una gran iglesia, visita obligada.
La iglesia de San Juan, donde se mezcla gótico y romano. Sus calles estrechas en la parte donde estuvieron asentados los judíos, tiene un encanto especial para pasear. Los alrededores de Oña, alejándonos del casco urbano es disfrutar la naturaleza en estado puro. A unos diez minutos en coche está el Desfiladero de la Horadada con preciosos bosques. Lugares para perderse.
En el mes de agosto, los habitantes de la villa escenifican el pasado medieval de Oña y representan por las calles y dentro de la iglesia del monasterio de San Salvador, lo que han dado en llamar: “El Cronicón de Oña“.
La buena gastronomía de la zona, sus afamadas morcillas y las cerezas cuando es la época, unido a las fiestas que se celebran le dan un especial atractivo. Dentro del pueblo se han habilitado casas rurales y otros alojamientos, incluído un albergue municipal.
OÑA…. VILLA MEDIEVAL EN BURGOS!!